Revista Lucarna

Una Mirada sobre las artes emergentes

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Libros para leer en otoño

En la arena, el pasto... o el asiento del colectivo

Usted Está Aquí, de Natalia Chami y Romina Bulacio Sak

Entrevista a las creadoras de esta impredecible experiencia teatral

Lunas Cautivas – Historias de poetas presas, de Marcia Paradiso

Documental sobre tres mujeres, tres historias y un penal

Después de la superficie, de Damián Lamanna Guiñazú (Poesía)



Por Pamela Neme Scheij.


“No hay animal que no tenga 
un reflejo de infinito; / 
no hay pupila abyecta y vil 
que no toque/ el relámpago 
de lo alto, a veces tierno 
y a veces feroz”. 
Víctor Hugo, La leyenda de los siglos

Las realidades pueden rasparnos, adentro o afuera, en su polo positivo o en el más aparente negativo. Después de la superficie, primer poemario de Damián Lamanna Guiñazú, también raspa, aunque bien adentro y a la vez bien afuera de los seres y su medio, desde la metáfora más pura, al sentido más sensorial del verbo “raspar”. Editorial Simulcoop entendió este libro y le puso tapas con lija, lija ríspida, grabada bellamente, una raíz que sube, una flor que baja. El resto de los lectores debemos hacer ese mismo esfuerzo al leerlo, si deseamos entrar en la particular verdad de sus palabras. 

Mi idea de reseña supone inevitablemente la cita; entonces, aquí debería contarles mi perspectiva de Después de la superficie y anotar versos a modo de comprobación de mis dichos. Pero, ¿cómo se hace cuando todo te resulta indispensable? Leo, releo, subrayo, entro en un coma poético, releo otra vez y me asalta la idea de regalarles cada poema de las cuatro partes, incluso los grabados de las páginas que me atravesaron las retinas sin permiso. 

Entre la necesidad grandilocuente y las dudas, atajo la perplejidad como puedo y les cuento que de este poemario me impresionan ciertas miradas de pecho alto: “yo soy un pueblo lleno de limbos/ que por ahora no se calla/ lo que digo está enumerado en una pared/ lo que digo está adjudicado a una cosa/ y una cosa es una fantasía errada/ que puedo escribir en un abdomen/ o en el páncreas de una paloma de oro/ pura superficie”. La intimidad, el objetivismo y la crueldad de la existencia en ocho versos. 

También, quedo en una sonrisa de goce con imágenes como “arrugado un río/ desde el ojo lleva paisajes/ de sangre y nenes/ que antes jugaban juntos”, o bien, “tengo miedo/ y esa canilla se empeña/ en desafinar sobre las horas/ podría cortar/ todas las cuerdas/ o despertarte con un beso/ de hierro en la entrepierna”. 



Este libro me reafirma que el sentir y el pensar no se divorcian y que las palabras, siempre y cuando ganen terreno al automatismo, como aquí se logra, pueden, conscientes de su potencia, hablar de las realidades que transitamos y encarnar esas realidades mismas. “El hambre (…) es ponérsela sin forro a una desconocida/ y después hacerle el amor a tu novia/ mirándola a los ojos (…) es el miedo a que tu mamá/ trabaje limpiando casas/ un vaso amarronado en la cocina/ exclusivo para la soda tibia de tu propia limpiante (...) es usar la poesía para coger/ el hambre es usar la poesía/ y tirarla y no sentirla nunca/ pero hablar de amor en público”.

En los poemas de Después de la superficie hay células vivas, células llenas de intención y de conciencia de quién se es, o se puede ser; de lo que pretendemos al hacer los días, de lo que buscamos al decir como acción plagada del mismo consentimiento y desdén con que nos rasuramos zonas de nuestra piel, sabiendo que el vello volverá a crecer en el corto plazo.

No puedo poner fin a estos párrafos sin antes afirmar que Después de la superficie alberga uno de los más hermosos poemas que leí desde que fui alfabetizada. Les tiro el dato, se llama “Balance”.

Detalle
Editorial Simulcoop.
Publicado en 2013.
Por pedidos o información comunicarse acá.

Aviso de obra. En construcción. Alma Mate de Flores.




Por Elina Villibar Arriagada.

Concreto amor al barrio.


Alma  Mate  de  Flores es una de las agrupaciones de vecinos-actores que nace producto del enrevesado  contexto  social de la  crisis argentina del  2001, surge como  una  forma de resistencia solidaria y creativa. La plaza de los periodistas, ubicada en las intersecciones de Nazca y Neuquén,  ha sido fiel  testigo del desarrollo y crecimiento artístico de este grupo, que hoy tiene más de 11 años de producción teatral, desde que  Ana  Laura  Kleiner, Federico Rigoni y Alejandro Schaab generaran  esta provocadora  convocatoria teatral al barrio del ángel gris.

El comunitario de Flores consta a la fecha de  tres propuestas teatrales: Promesas rotas, Fragmento de calesita y Aviso de obra, en construcción. En cada una de estas obras el canto comunitario, el personaje coral, las temáticas barriales, el empleo del espacio público como escenario teatral y la presencia de un  elenco intergeneracional, han ido construyendo una sólida y particular  poética social. 


En  esta oportunidad  nos detendremos en Aviso de obra. En construcción, la última creación del grupo. Esta puesta  viene gestándose desde hace ya dos años e indaga en las transformaciones arquitectónicas que vive el barrio de Flores y en las respectivas  implicancias de esta  metamorfosis  en la vida del barrio.

Los vecinos-actores de Flores  se cuestionan y cuestionan  la pertinencia y necesidad que motivas los cambios estructurales que  vive el barrio día a día. Especialmente  cuando dichas transformaciones  responden más  a   intereses económicos o políticos que las necesidades y urgencias  del  barrio.
 
Este texto  es un  estado  de  alerta  sobre  el sentido  que tiene  habitar  un  lugar, en este caso un barrio: Flores. Se promueve  el  empoderamiento de espacio  público, entendido éste como bastante más que un  depósito de los bienes materiales.  La historia del barrio de Flores y de su gente se ve  reflejada en la  arquitectura que desaparece paulatinamente, dejando una ausencia inexplicable que es remplazada por “funcionales edificaciones” injertadas a la fuerza.

Un amor  concreto por el espacio social y la vida en comunidad es el  ejercicio que el teatro comunitario propone recuperar, el barrio como  una forma de celebración: “En Artigas se juntaba todo el barrio, todas las casas de la cuadra quedaban abiertas, bailábamos todos,…hasta el perro bailaba” (Aviso de obra, en construcción). 

Junto con las casas  que se derrumban  parece desaparecer una forma de vida que invitaba al disfrute y la confianza en la gente, se desmorona el barrio de puertas abiertas. Donde eran inimaginables las rejas, las alarmas y las cámaras de vigilancia. Entonces, algo más cae junto a esas hermosas fachadas antiguas, eso es lo que ilumina esta dinámica propuesta teatral que se exhibe el domingo 15 de diciembre a las 18:00 hrs. en la  Plaza del ángel gris ubicada en  Avellaneda esquina Donato Alvares. 

El  comunitario de Flores adhiere a   prácticas  que se construyen  desde lo territorial y lo identitario. Alejado de los escenarios y prácticas teatrales más convencionales, va en  busca  de un ideario socio-artístico que pone el teatro a  disposición del  barrio y su gente. La experiencia, la memoria, el humor y la vida de los integrantes del colectivo son la materia prima de las puestas. Un  teatro posescénico que construye un  discurso donde la  sustancia es la  condición ciudadana que todos desempeñamos inevitablemente. Para quienes estén  interesado  en seguir más de cerca a este grupo o de integrarlo pueden recurrir a almamatedeflores.blospost.com.ar, alamamatedeflores@gmail.com; Alma Mate de Flores en Facebook.

Domingo 15 de diciembre.
Hora 18. 
Lugar: Plaza del Ángel Gris, en Avellaneda esquina Donato Alvares. 


Mesura y Simulacro, de Pamela Terlizzi Prina (Poesía)

Mesura



“Alguien guarda en los cajones 

la infelicidad del mundo 
y en uno de ellos el dolor
que aguarda con apariencia de perfume.”
Liliana Díaz Mindurry
Hay que vestirse con las heridas justas
esto no es más que cuatro hadas
que imparten hambre
Han prohibido sangrar con grandilocuencia
será preciso
entonces
verter desde los dedos una música oxidada
esa que nace en las puntas de los clavos
Habrá que moderar las fauces cuando muerdan
los dientes que germinen en las encías
el chasquido de la lengua
Que no maldiga
que no diga
que no
Será que la rabia
debe ser tierra
no lombriz no urgencia no rito
que hay que descomponer las palabras
eviscerarlas
hacer quietud
ser un poco menos que gasas sucias
menos que el contagio que suponen las gasas sucias
menos que un virus que inocula en las gasas sucias
menos que un enfermo
menos

Simulacro


Hago una propuesta de no ingenuidad
un rito de cáscaras
Sospecho
serán necesarios un par de ojos de Ludovico
unas agujas incansables
que den miedo
un juego de pestañas en pleno espanto
En cada esperanza flaca
se deslizará un vértice de terror
la mordedura de la noche no tiene cura
antídoto o rezo o brujería
Un ojo y después el otro mira
agota la humedad de dentro y de fuera
se convierte en bestia
converge en la brutalidad de la observancia
en la pregunta que desgarra
la piel
el músculo
la voluntad
Un ojo y después el otro mira
otra vez
uno y otro
hasta lo insoportable lo inadmisible
la descomposición propia de ser visto
hasta el hartazgo 
hasta la dispersión
y las babas inocultables del llanto del ojo que mira todo de 
esto y aquello que nunca nunca jamás habrías desnudado 
frente a un espejo o una mirada o el reflejo perversamente 
reformador de una cuchara

Los dos poemas forman parte del poemario Estado de espesura, el cual fue publicado con las ilustraciones de la artista plástica mexicana Erika Kuhn y fue declarado de interés cultural por el Consejero de Cultura de la Embajada de México en la Argentina.

Trilogía, de TeatroCinema



Si elegimos volver, una y otra vez, al teatro; si accedemos a sumergirnos en miles de mundos aludidos imposibles de materializar en escena y vemos lo que no se ve más que con las ganas y el ensueño, seguramente tenga que ver con el puro placer que da formar parte de ese ritual teatrero que activa en nosotros mecanismos sensoriales y emotivos que en el día a día tienden a estar dormidos. Estos efectos los conocemos de antemano, sabemos qué es lo que nos puede pasar durante una función, porque aprendimos las reglas del espectáculo y podemos diferenciarlas de las que rigen en otros lenguajes con los que también se nos cuentan historias.

Pero, ¿qué pasa si se intenta llevar una película al escenario? ¿Y si, redoblado la apuesta, aquélla se basa en un libro? ¿Es posible una fusión así de recargada? La compañía chilena TeatroCinema se propuso averiguarlo, inaugurando un nuevo código –al menos en la mezcla- con su Trilogía, estrenada en 2007 con la obra Sin sangre, que acaba de hacer base en Buenos Aires el pasado seis de diciembre.

“(…) Sin Sangre indaga en la tragedia, en el lado oscuro del ser humano y sus componentes esenciales: el dolor, la violencia, el desgarro, el abandono, la venganza. Un recorrido a la vez demoledor y regenerador, que se inicia en la ausencia de esperanzas y culmina en el florecimiento de la compasión salvadora”, puede leerse en la página de la compañía.

La pieza, inspirada en el libro homónimo de Alessandro Baricco y dirigida por Juan Carlos Zagal, genera la extrañeza inicial que tienden a causar las misceláneas: “¿qué estoy viendo?” es la pregunta que más de uno se habrá hecho durante los primeros minutos frente a esa maquinaria monumental que hace de lo develado algo diferente a lo esperado.

Es que el artilugio logrado por TeatroCinema es excepcional: por medio de dos pantallas –una por detrás y otra por delante de los actores- pone en 3D las acciones narradas, transformándolas en planos y contraplanos que desencajan en el contexto. Gracias a su milimétrica parafernalia, la narración toma por momentos la forma del paneo o del cenital, en perfecta coordinación con los actores, quienes saben con fina exactitud dónde colocarse para que su imagen de carne y hueso se continúe en la proyectada, intrigando a la mirada del espectador, que no sale de su asombro.

Pero allí radica la trampa. Cuando se advierte que lo que se está viendo es el acontecer de una película en vivo; cuando las luces, la música y las pantallas maravillaron lo suficiente, asoma otra vez -y sin remedio- el deseo del juego y el reclamo del que necesita ser activo en la contienda; del que elige, como decíamos más arriba, ir al teatro en lugar de entrar a un cine o quedarse en casa leyendo un libro.

Con todo, la experiencia resulta excitante, al menos al principio. El efecto visual creado por TeatroCinema no tiene mayores puntos de comparación, más que el del cine mismo, y esto para algunos puede que resulte poco o demasiado, según el caso.

Para los que se quedaron con ganas de ver el brioso y efectivo trabajo de la compañía chilena, tiene tiempo todavía, aunque no mucho. Trilogía se presentará el 10 (¡hoy!) y el 11 de este mes con la segunda obra que la compone, El hombre que daba de beber a las mariposas, en la que sus personajes transitan “por las zonas luminosas de nuestra condición humana en busca de los vestigios de un concepto tan difuso como vital: el amor”; mientras que el 12 y 13 será el turno de Historia de amor, que aborda el “potencial humano, su fortaleza emprendedora, la epopeya de la inteligencia encendida por la pasión por la vida y el descubrimiento”.

Es una buena opción para ver qué es lo que se está produciendo en otros países y conocer sorprendentes avances tecnólogos aplicados sobre las tablas a un punto extremo.

Dónde: Teatro Alvear, Avenida Corrientes 1530.
Cuánto: Platea y palcos bajos, 90 pesos; platea alta y palco balcón, 70 pesos; Tertulia, 40 pesos.

Ficha técnico artística
Elenco: Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal, José Manuel Aguirre, Julián Marras y Bernardita Montero.
Dirección general de la Trilogía: Juan Carlos Zagal.


Un poco más sobre Teatro cinema

Es un colectivo teatral fundado en 2005 por Juan Carlos Zagal y Laura Pizarro que busca experimentar la fusión de los lenguajes del cine, el teatro y el cómic. Con Sin sangre, su primera pieza e inicio de la Trilogía, la compañía profundizó en la fusión de los lenguajes teatrales y cinematográficos e innovó en materia tecnológica. Con el último montaje, Historia de amor, sumó a su exploración visual y narrativa la estética del cómic en dos dimensiones.

El lenguaje de esta compañía se caracteriza por utilizar fondos y composiciones digitales, filmaciones y animaciones en 2 y 3D que se mezclan con los elementos tradicionales de la puesta en escena: escenografía, utilerías, iluminación, sonido y música. Toda esta amalgama de elementos fusionados busca conectar al espectador con la poesía de la imagen. Y también genera una confusión de las técnicas y formas narrativas del teatro y del cine. Con el motor de la fuerza dramática desplegada en escena, con los actores y actrices en vivo y la incorporación de la tecnología aplicada, los espectadores podrán viajar en el tiempo y el espacio de modo instantáneo.

Agenda: Dump Planet. Basura Escultura Acción, de Mercedes Farriols


La inclasificable y polifacética Mercedes Farriols no descansa nunca. Ya sea en cine, en teatro o en las artes visuales; en la India, el País Vasco o recorriendo la Argentina, Farriols siempre está en movimiento, experimentando y combinando diferentes disciplinas artísticas. Ella misma define su performance como un show multidimensional. Comprometida con la paz a través del arte, la premiada artista actualmente está presentando en Buenos Aires varias de sus películas en eventos que incluyen una campaña de reciclaje y el armado de esculturas colectivas.

El 8 de diciembre a las 19:00 hs. presentará su film Dump Planet. Basura Escultura Acción, el cual nos muestra cómo doscientos niños logran cambiar el paradigma en un mundo no muy lejano donde sólo hay plástico.

La película se proyectará en la calle, en Av. Federico Lacroze 2357, donde se convocará al público general a llevar un desecho reciclable para crear, junto con la artista, una escultura colectiva realizada con basura. Participará de este evento el artista plástico Pepo Rojas.


   
Ficha Técnica:
Producción: Andrea Breninato
Fotografía: Mercedes Farriols / Ariel Lucero
Edición y Color: Juna Pablo de la Cámara
Música y Banda Sonora: Matías Keller Sarmiento
Arte, Libro y Dirección: Mercedes Farriols


Fecha: domingo 8 de diciembre, 19:00 hs.
Lugar: Federico Lacroze 2357.
Entrada libre y gratuita. Llevá un objeto/desecho reciclable y viví la experiencia artística. También podés colaborar realizando una donación para los chicos de la murga "S.O.S. Infantil" de La Boca.

Mundial de Poesía en la exESMA (Poesía)



Por Damián Lamanna Guiñazú.

El domingo 8 de diciembre a las 18 hs, se desarrollará en la exEsma (CCM Haroldo Conti) la 8ª edición del Mundial de Poesía, evento que la editorial añosluz organiza periódicamente desde 2012 en Casa (sic). Al igual que en los encuentros anteriores, cada participante elegirá un país y una nómina de poetas para representarlo y se enfrentará con otro como si fuera un duelo. Los aplausos del público decidirán a los ganadores. La entrada será libre y gratuita.

Colocar el nombre propio -ese yo prepotente híbrido de melancolía que deja un silencio breve y espera que al final lo aplaudan- en otro lugar, al menos una vez. Calzarse esos harapos traídos desde otros tiempos, cubrir las tapas, trabajar algunas traducciones para aggiornarlas a la escucha. ¿A quién se aplaude ahora? El poeta se dice a sí mismo en sus lecturas, las que lo convencieron primero a puro ojo crítico libre. Las voces se mixturan frente al público: leer en voz alta para los de siempre que también se convierten un poco en otros.

Punto de partida, desde su primera edición en 2012 el Mundial de Poesía del espacio Casa (sic) alteró el formato –siempre el mismo- de las noches de lectura de la Ciudad de Buenos Aires. No se declama en busca de un lugar en las antologías ni de ranchos donde leer ni para vender un libro ni para el “muy bueno lo tuyo” de algún escritor prestigioso ni para hacer reír hablando de redes sociales ni para ser viralizado en Youtube por decir “nada” con gracia. Por el contrario, ésta es una competencia donde la literatura es la única protagonista y la elección minuciosa de los textos y el trabajo sobre la interpretación son prioritarios. Es decir, ser más creíble que el oponente, entender que la poesía no existe sin sonoridad, manejar matices, saber escuchar y tratar de percibir las reacciones cuando el poema termina.

En esta ocasión –la segunda vez que el mundial sale de Floresta tras la experiencia de la Feria del Libro 2013- participarán 12 países divididos en 4 grupos. El público decidirá con la intensidad de sus aplausos –jurado mediante- a los ganadores quienes pasarán directo a las semifinales. La dinámica se repetirá en las rondas siguientes pero en duelos de dos participantes hasta que haya un campeón. Serán de la partida Estados Unidos (Rita González Hesaynes), Argentina (Verónica Barrionuevo), Corea (Damián Lamanna Guiñazú), República Dominicana (Ezequiel Vila), Australia (Camilo Sce), Perú (Karina Macció), Puerto Rico (Flor Defelippe), Nicaragua (Nicolás Antonioli), Cuba (Tomás Epstein), Italia (Alicia Silva Rey), China (Alejandro Güerri). Todas las versiones de los poemas deberán estar en castellano.

Además de una iniciativa que busca desplazar el lugar del sujeto enunciador y abrir un espacio donde compartir el gusto por la literatura en general y la poesía en particular, el mundial exhibe otras aristas críticas: por un lado, la exploración y la puesta en crisis de un canon a partir de la circulación de materiales desconocidos que se imponen frente a las grandes literaturas nacionales. Por otro lado, una puerta abierta para volver a pensar justamente en la propia legitimidad de esas literaturas nacionales, los sistemas de influencias y hasta las corrientes estéticas, grandes discursos de dominación cultural.

Desde las trasnoches alcoholizadas de Floresta hasta la significación política y estética de la Feria del Libro, el Mundial de Poesía es la conciencia de la literatura llevada de las páginas o la pantalla de una PC al cuerpo consciente. Esta vez el escenario será la exESMA, emblema del terrorismo de Estado, la represión, la censura, el asesinato de la poesía que siempre es resistencia. Cada país pondrá a sus propios muertos: la confirmación que rompe el blanco de la hoja también sirve para trastornar el mundo y desacralizar cualquier sitio, por más solemne que parezca.

Fecha: Domingo 8 de diciembre
Lugar: Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti
Dirección: Avenida Del Libertador 8151 (ex ESMA)
Horario: 18 a 21 hs.
Entrada libre y gratuita.

Cuentos Para El Coco, de Norman Briski (Teatro)


Por Carmela Marrero Castro.

Hace cinco años atrás, Eliana Wassermann dirigida por Norman Briski, presentaba en Teatro Calibán, Cuentos Para el Coco, una obra compuesta por siete monólogos con diversos personajes. El próximo viernes la obra tendrá una nueva y única función. El marco del espectáculo es el Centro Cultural Paco Urondo -perteneciente a la Universidad de Buenos Aires-. Luego de la función, el director y la actriz entablarán un diálogo con el público presente. 

Sin duda, es una buena oportunidad para conocer un espectáculo que hace tres años no se presentaba, y para quienes ya conocen la obra, es un buen momento para el ejercicio tan saludable de la relectura. 

Revista Lucarna: La obra son una serie de monólogos, ¿cómo se articulan ?

Eliana Wassermann: Creo que con algún esfuerzo intelectual se podría pensar que todos están atravesados por cierto cuestionamiento a nuestra civilidad,  la “realidad”, que se construye o sucede. Pero lo cierto es que unir a una empleada pública, con un hombre vestido de torero de Andalucia (que no es torero), con  una niña que hace una convocatoria en un andén de tren, solo se puede suceder porque cada cuento vive por sí mismo, tiene su fuerza dramática y nos entusiasma mucho hacerlos.
RL: ¿Qué cambios se operan en vos, como actriz, al reponer la obra en este nuevo contexto?  Es decir, ¿cuáles son los desafíos que la obra te presentó en el momento de su entreno y cuál es tu situación presente? 

EW: Qué buena pregunta, porque realmente hacer esta obra hace 5 años atrás fue un desafío, para mí porque tenía muy poca experiencia en teatro (solo había hecho una obra antes, Familia S.A. de Norman Briski, tenía 4 años de estudio teatral) y armamos un grupo en el que todos se estaban iniciando en el teatro. Recuerdo que ensayamos un año y medio y que era la primera vez que hacíamos algo. En escena hay dos músicos, y uno de ellos (Denise Modai) recién comenzaba a estudiar percusión. El escenógrafo de aquel entonces Luciano Pereira, también, o sea, fue como nuestra primera vez. Hoy, actualizar esta obra, sigue siendo un desafío, porque más que adaptar una obra, es inventar todo otra vez. Más allá de que estos roles aun habiten en mi cuerpo, es volver a despertarlos, pero con mi actual presente. Entonces todo es distinto, por el mismo devenir de la vida y seguro que también la experiencia en escena cuenta. Lo mismo sucedió en la puesta en escena, Norman no hizo una adaptación, sino que volvió a inventar una puesta para este espacio, que tiene características muy distintas al teatro donde presentábamos la obra.
RL: La obra tiene su génesis en un trabajo de creación compartido con Norman Briski, ¿cómo fue ese proceso?

EW: La creación fue bastante tabicada, Norman por un lado escribía los cuentos, y yo no esperaba ni tres horas para dramatizarlos en donde estuviera. Después me ayudó mucho la actriz Carolina Molini, porque cuando comencé a ensayarlos ni siquiera levantaba la mirada del piso. (Un secreto, que no se entere nadie). También recuerdo, que llevaba los cuentos a mis sesiones de terapia y ahí analizábamos a los roles. Y luego de seis meses de trabajar estos cuentos, se sumó Briski a hacer la puesta y dirigirme. Mientras tanto, yo escribí un cuento (Entelequianos) de una experiencia personal mía cuando trabajaba para el Estado, y decidimos incluirlo, tal vez, por su fuerza de empatía con el público, ya que es uno de los personajes más reconocibles.

RL: ¿Por qué reponer la obra en el marco de la presentación del último libro de Briski, Mi política vida? ¿Cuáles son los puentes entre la obra y el libro, si es que existen? 

EW: El puente es Norman y su vida política y mi empatía por aquellas causas y los intentos revolucionarios que ocurrieron en este país. Uno de los cuentos, Paranauta, es una novia que está buscando a su compañero muerto por “El déspota” que puede ser el Estado, la “maldita policía” el ejército. Dado que Mi política vida es un libro que relata el pasado militante de Briski, y que esta obra la hacemos en el Centro Cultural Paco Urondo, con quien fueron amigos en los años 60, entonces todo está unido por el pasado militante y la ideología de nuestro presente.
RL: El espacio elegido para la representación del próximo viernes es el Centro Cultural "Paco Urondo", ¿Por qué ese lugar? 

EW: Puro homenaje. Dado que es un lugar que pertenece a la UBA, y que quienes lo están gestionando lo hacen a pulmón, nosotros sumamos nuestros pulmones y hacemos esta obra por “pura patriada”.
RL: ¿Pensás que las posibles lecturas de la obra se actualizan en este nuevo contexto? ¿Eso te influye en la construcción de los personajes?

EW: Siempre pasa que según el público y la época un cuento puede resonar más que otros, pero sí, en algún momento pensamos en algo con respecto a esto, es hacer una revisión general de que algo no se vuelva reaccionario por el contexto. Nada más que ese chequeo ético. Pero luego, cada cuento, no solo resuena de manera distinta en mí, sino que seguro va a resonar de maneras inatrapables en el público. Es eso que se llama la “subjetividad” de por qué a alguno le gusta más un cuento que a otros y viceversa.  Cada cuento es como una pequeña causa. Cuando elijo una obra es porque seguramente estoy de acuerdo en los postulados éticos o filosóficos de la misma. Es por esto, que si estoy muy segura en esta elección,  más que influirme en como acciono este rol es si decido dramatizarlo o no.





Centro Cultural Paco Urondo.
25 de mayo 221.
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Viernes - 20:00 hs - 06/12/2013 


Ficha técnico artística:


Músicos: Pablo Honigman y Denise Modai
Recuperación de escenografía: Guillermo Bechthold.
Realización de mosca: Luciano "Gaucho" Pereira.
Operación de luces: Guillermo Bechthold.
Vestuario: Maria "Clo" Curetti.
Música Paranauta: Osmar Alvarez.
Colaboración especial: Carolina Molini.
Coreografía Punto Negro: Catalina Briski.
Monologo "Entelequianos" de Eliana Wassermann.
Asistente de dirección: Sylvina Beleniski.
DIRECCIÓN: NORMAN BRISKI.

Obligaciones y Camino de cintura, de Damián Lamanna Guiñazú (Poesía)


obligaciones

de chico soñé que dibujabas
y escribíamos una historia larga
sobre ninjas que peleaban contra un cerebro
adentro de una cápsula

pero el micro caía a destino
y los animales nos esperaban
para arrancarnos la comida de las manos

(después no me atreví a los concursos
a ver si perdía)
por las dudas te solté la mano 
al final de una merienda, el golpe
con el nudo del buzo
te fuiste llorando
maricón, nadie
me enseñó cuáles son los pasos de estos versos
pero sí que el mundo se hace fácil
si se lo piensa fuerte



furiosamente en blanco


camino de cintura

hay cuerpos blandos
adentro del teléfono
llamo y venís
para sentir por un rato
todavía te gustan los hombres
de este mundo
hablamos de poesía
del amor que tenés por ella
y el padre sin brazos
que tanto te elogiaba las piernas
afuera se escuchan algunos camiones
golpes de metal que corren
por la sangre de los obreros
inventamos una precisión para tocarnos
en una cama que se hunde
y nos saca a flote
en la paranoia de la muerte
pero sin hijos




desde una copa
el hornero
inventa su mundo
a base de barro y agua
sin querer volverse un dios



Editorial Simulcoop.
Por consultas o compras contactarse acá

Un poco sobre Damián Lamanna Guiñazú:


Nació en Buenos Aires allá por el 85, se crío en Ramos Mejía y vive en Haedo rodeado de artistas que andan en bici y toman helado de la Flores. Se reconoce fundamentalista de Thom Yorke, Roberto Arlt y Juan Román Riquelme, de quienes afirma son tres de los mayores creadores de la historia gracias a su carácter ciclotímico. En 2011, sus compañeras poetas de rojoaloeste.blogspot.com le editaron un librito artesanal llamado Dormir en la espalda de la lengua. En noviembre de 2013 presentó “después de la superficie” por la Editorial Simulcoop, su segundo primer libro, de donde son estos poemas.