La Mirada Oblicua, de Matilde Michaine y Pablo Zubizarreta



“Discutir si la fotografía es un arte o no, me parece malgastar el tiempo, porque el terreno de las definiciones es infinito, trillado y controvertido ninguna definición podrá negar la importancia que tiene la fotografía en la vida social, política y expresiva del hombre hoy” 

GRETE STERN

Estas palabras sirven de prólogo a la obra documental que focaliza en la vida de la fotógrafa alemana Grete Stern y en el valor cultural, social e histórico que tiene su obra para la sociedad argentina y el mundo.

El título del film, La Mirada Oblicua, se desprende de uno de los testimonios de Luis Príamo, un historiador fotográfico que dedica su vida a recuperar, preservar y divulgar el patrimonio histórico argentino en fotos. Según Príamo, Grete no se ajustaba a ninguna forma ni a ningún canon preestablecido sino que creaba sus propios patrones artísticos y los adaptaba a diferentes obras.

Grete nació en Alemania y estudió artes fotográficas con Walter Peterhansen en la Escuela Bauhaus donde conoció al argentino Horacio Coppola. Tras la asunción de Hitler(1933), Grete que era judía y tenía afinidad política de izquierda, tuvo que radicarse en Londres. Allí, su relación con H. Coppola se intensificó y ambos se mudaron a Argentina. Esta relación tuvo una breve existencia, y no fue hasta 1958 que Grete consiguió nacionalizarse argentina.

Ella  se encargó de retratar a varios intelectuales y artistas, Spilimbergo, Berni, Borges, Maria E. Walsh, todos frecuentaban su casa en Ramos Mejia que se había convertido en algo así como un centro de reunión para estos creadores.


Especializada en el fotomontaje de vanguardia, tomaba elementos del Dadaísmo y del Surrealismo, lo cual se ve con claridad en su serie de más renombre: “Sueños” un conjunto de 150 obras en clave de collage onírico que realizó por encargo para la revista “Idilio”. A través de estas imágenes, Grete ilustraba una columna en la que las lectoras enviaban el relato de un sueño y un psicólogo se encargaba de realizar el análisis. Así, la fotógrafa supo abrirse y representar a las mujeres argentinas haciendo carne sus mentes en los años en que la mujer ocupaba en la sociedad un lugar de sumisión y pasividad.

A finales de los cincuenta su obra la llevó hasta el norte de nuestro país, más precisamente al Chaco donde documentó con una sensibilidad única la vida, las costumbres y la cultura de los aborígenes. La calidad de estas fotografías las convirtieron en un documento histórico de valor incalculable único en su época.

Grete, moderna, original y siempre osada supo cosechar una obra fundamental  y profunda con una fuerte impronta de compromiso social, así, se transformó en una verdadera artista que pudo plasmar parte de su alma en cada fotografía. 


Ficha técnico-artística:

Dirección: Pablo Zubizarreta y Matilde Michanie
Cámara y Fotografía: Pablo Zubizarreta, Enrique Sorkin, Erik Krambeck y  Andreas Faigle
Sonido directo: Martín Vaisman
Postproducción de imagen: Alta Definición Argentina
Postproducción de sonido: Jorge Gentile y Diego Sanchez – La pianola-
Diseño y comunicación audiovisual: Diego Zeballos y Clara Batista
Asesoramiento y desarrollo de proyecto: Horacio López
Investigación y Guión: Matilde Michanie
Música: Fernando Manuel Diéguez
Montaje: César Custodio
Dirección de producción: Sula Mizrahi
Coordinación de producción: Silvina Marquez
Producción ejecutiva: Matilde Michanie

Género: Documental
Duración: 65 min.