Los hijos del Diablo, de Corin Hardy (Cine)


 Por Mirko Gomez.

Nos sentamos en la butaca del cine y nos encontramos con una película de terror que sorprendentemente no viene de la industria Yankee, sino que viene más precisamente de Irlanda, cosa que ya es reconfortante.

La historia comienza cuando una pareja, Adam (Joseph Mawl) y Clare (BojanaNovakovic), junto a su bebé, se mudan a una casa en medio del bosque. Adam realiza investigaciones en el mismo y su irrupción en este hábitat sagrado es lo que desata la ira de los seres que lo moran, seres que harán lo imposible para alejar a estas personas de su templo natural. 

Dicho argumento hace que podamos incluir al film dentro del  ‘Eco terror’, un género en el cual la intervención humana hace que algún elemento de la naturaleza reacciones desenfrenadamente. En este caso, los seres que habitan el bosque se asemejan a árboles humanoides. Son producto de la acción de un extraño hongo que toma posesión de las personas para -poco a poco- convertirlas en estos monstruos. 

Los hijos del Diablo es el film que inicia la carrera de Corin Hardy como director de largometrajes. Sus paisajes sombríos y estética oscura ya era visible en su obra como director de videos musicales (SomewhereOnlyWeKnow de Keane, por dar un ejemplo), aunque su cortometraje Butterfly fue el responsable de colocarlo en la mira de la crítica. Lo compartimos debajo: 


Fan de las pelis de terror, de los zombis y de los monstruos clásicos, Hardy pasó su infancia en su cuarto haciendo monstruos de papel maché para films que grababa en Súper 8 con sus amigos de la escuela, cosa que le fascinaba. Más tarde, estudio la carrera de Efectos especiales en la Universidad de Arte de Wimbledon, donde se recibió con honores. 

En Los hijos del Diablo, su pasión por el campo se ve claramente: los monstruos están excelentemente logrados, una mezcla de animatronics, efectos especiales y tácticas de iluminación crean unas bestias altamente convincentes. Esta también fue la forma de trabajar de Spielberg en Jurassic Park (1993) y E.T. (1982), así como la de Ridley Scott en Alien (1979). Artistas que reivindican lo artesanal de la cuestión y la casi nula utilización de computadoras para generar seres de una belleza que, por el momento, la tecnología digital no logra alcanzar.

La película se desarrolla al principio con cierta lentitud, pero la hermosa fotografía y los paisajes otoñales hacen que la espera valga la pena. Para los que son pacientes, la segunda parte de la historia se conduce con una velocidad vertiginosa y atrapante, sin perder el citado cuidado fotográfico. La lucha constante entre el Bien y el Mal que el argumento presenta es acompañada de forma acorde con una sofisticada iluminación, donde planos luminosos se mezclan con otros lúgubres y de iluminación tenue.

Se agradece que la película no sea un foundfootage, ya que parece que la estela tardía que nos dejó la maravillosa Holocausto Cannibal (1980) y más tarde La bruja de BlairWitch (1999) han sido los pilares fundamentales de esta repetitiva moda que va desde las infinitas ediciones de Actividad Paranormal, hasta las más desopilantes piezas como Chernobyl Diaries (2012)  o Trollgejeren (2010).

¿Qué le queda al terror?

Parece que el terror lo ha mostrado todo y obras maestras del género -digamos Suspiria (1977) de Argento, Halloween (1978) de Craven o The Night of Living Dead (1968) de Romero- resultan inigualables. Aunque, claro, algunos films muy buenos logran salir airosos del asunto: TheRite (2011), The Cabin in The Woods (2012), It Follows (2014), Horseman (2014). La pregunta es: ¿qué deben hacer los artistas después de que la ultra violencia, la sangre a raudales, las torturas inhumanas y los espíritus lo han llenado todo?, ¿qué sigue? 

Rebuscar en viejas ideas y en antiguos clásicos parece la solución y hacer una remake, la salida más fácil, cosa que no es suficiente para los amantes del género e, incluso, se vuelve cansino. Pero, en este caso, Hardy logra rescatar un viejo mito Irlandés y convertirlo en un largometraje aceptable, entretenido y bello.



Ficha técnica
ítulo original: The Hallow.
Año: 2015.
Duración: 92 min.
País: Irlanda.
Director: Corin Hardy.
Guión: Corin Hardy, Felipe Marino.
Música: James Gosling.
Fotografía: Martijn Van Broekhuizen.
Productora: Occupant Entertainment.
Género: Terror.
Distribuye: SBP WORLDWIDE.