Villa Argüello. Espacio de evocación a un mundo cordobés, de Cecilia Argüello Rena (Teatro danza)


  
Argüello es el nombre de un barrio en la provincia de Córdoba. Y es Villa Argüello acá en Buenos Aires una localidad cerca de La Plata. Pero de ahora en adelante, después de que exista esta obrateatral, Villa Argüello es un mundo conmovedor, un lugar cercano,una evocación de lo más sensible de lo humano. 

Después de más de dos años de funciones en diferentes salas (Timbre4, Konex) y su paso por distintos festivales, la pieza de Cecilia Argüello, que cruza el teatro y la danza, vuelve a su tierra original, a la sala que la vio nacer. Se trata casi de un club de barrio, una no-sala por fuera del tradicional circuito porteño del teatro (hoy llamado) independiente. Está en Villa Crespo. Está frente a una plaza. Y la gente se va acercando casi como a la fiesta nocturna y temprana del pueblo, se va arrimando al baile de salón que más tarde será evocado, casi revivido. 

El teatro es fiesta, es lugar de encuentro, y esta obra se encarga de recordarnos eso con toda su contundencia. Deja afuera lo solemne y nos invita al festejo. Deja lejos la superficie y nos sumerge en las notas profundas. 

Ya desde la entrada, durante la inevitable charla que se arma mientras uno espera a pasar a la sala, la convocatoria pareciera adentrarnos en otro tiempo, en esa dimensión donde no hay apuros. La gente circula, va, viene, conversa y mira los árboles de la plaza de enfrente. Algunos llegan en bicicleta. Y ya estamos palpitando lo que vendrá después. Ese espacio de goce. 

Nota mental: el teatro es siempre con otros. Sí.

Subimos las escaleras para ya entrar a la sala, a ese mundo que por un rato nos transportará quién sabe a dónde. Atravesamos esa suerte de túnel, de fuelle que nos aísla y resguarda por un rato del mundo que nombramos como “real”. Estamos tranquilos en el teatro, porque nos permite mirarnos unos a otros, y descubrir una vez más de lo que estamos hechos. Todos de lo mismo. Todos de eso innombrable que es lo humano. 

Nota mental 2: el teatro es ese lugar donde nos vemos a nosotros mismos por un rato. 

La obra empieza ya desde que nos vamos acomodando en las sillas, compartiendo el mismo salón actores y espectadores, entremezclados, pisando las mismas baldosas, rodeados por las mismas paredes; los actores/bailarines nos convidan con algo de tomar y respiramos ya un aire otro. De nuevo, desde la butaca miramos hacia lo que se conforma como la parte que será escenario, y vemos de nuevo un fondo de árboles. No un telón. No paredes. No un espacio aislado y abstraído. Quizás un pueblo, quizás un lugar lejos de Buenos Aires, donde por un rato dejamos de estar. 

Villa Argüello es de esas piezas sencillas y profundas a la vez; de esas cosas que aparentan fáciles de hacer y resultan de lo más conmovedoras. Y precisamente ahí radica la sutileza, el talento. Lo que pareciera ser simple es el resultado de meses de ensayo, de búsqueda, horas de transpiración, de entrenamiento en esos cuerpos para que estén tan disponibles y dispuestos a crear mundos con un pequeño movimiento de un brazo, con el mover de las caderas imitando una rutina cordobesa. 

La obra construye y evoca momentos de una vida en algún lugar de Córdoba, pero que bien podrían ser cualquier momento de nuestras propias infancias, los desamores de la adolescencia de cualquiera, la seducción entre los cuerpos, esa búsqueda de la mirada del otro. Y la identificación inmediata con las canciones de cumbia, con la complicidad de los grupos de amigos. La búsqueda desesperada de la propia identidad. De la tribu, de pertenecer a unos gestos, a un acento, a un modo de moverse y de ser.

Y lo universal se vuelve bello. No hay un personaje, uno único e identificable, no hay prácticamente nombres o una trama, al “estilo tradicional”.  Lo particular se vuelve universal. Baila una mujer, bailan todas. Seduce un hombre, todos lo hacen. Uno prueba imitar el acento cordobés, lo prueban todos.

Nota mental 3: el teatro es ese espejo singular y único donde nos vemos todos reflejados. Ellos somos nosotros. 

En Villa Argüello hay cuerpos que se mueven y disfrutan; Villa Argüello es esa maravillosa fiesta que nos deja bailando casi sin querer. Quedan las últimas cuatro funciones después de un largo recorrido. 

Dónde: Sociedad de fomento y biblioteca popular Gral. Benito Nazar, Antezana 340. 
Entradas: 80,00 pesos, 60,00  con descuento. 
Días: Sábados a las 20:00, hasta el 31 de mayo.

Ficha técnico-artística
Idea y dirección: Celia Argüello Rena
Intérpretes: Pablo Castronovo, Josefina Gorostiza, Andrés Molina, Teli Ortiz, Jimena Pérez Salerno, Ollantay Rojas, Diego Rosental
Intérpretes invitados: Roberta Blázquez Calo, Paolo Sambrini
Vestuario: Estefanía Bonessa
Escenografía: Agnese Lozupone
Diseño de luces: Agnese Lozupone
Música original: Alfonso Barbieri
Diseño gráfico: Wearepasto.com
Asistencia general: Macarena Orueta
Producción: Juan Pablo Gómez