Escuela de Marionetas, de Luis Cano (Literatura)


Por Carmela Marrero Castro.

El acto de lectura es transgresor. El lector puede expandir las fronteras que el texto, el autor o el contexto imponen. Leer es devorar, es deglutir. Esta propiedad que en general poseen los lectores, se encuentra potenciada en Escuela de marionetas de Luis Cano, ya que además del soporte gráfico, es posible ampliar cada texto a partir de un link y una clave que nos conectan con el soporte virtual. Así, el lector es el puente que une estas dos plataformas y decide cómo leer las imágenes, los sonidos o textos que se combinan de manera especial en cada acto de lectura.  

En este caso, el trabajo de la editorial, Libro disociado, no es menor. De hecho, se trata de un proyecto que busca transformar el tradicional libro impreso a través de la conexión a internet. Disociación no como fragmentación, sino como una posibilidad de expandir las fronteras y potenciar el acto de lectura, en tanto la recepción también construye significado.


Escuela de marionetas reúne una serie de textos escritos por el dramaturgo a lo largo de 20 años de trabajo. Las tres secciones que lo integran son: “Prólogo / Estar ahí”, “Sección / Poesía de teatro” y “Sección / Ensayos y errores”. Según el autor, la revisión y selección de su obra “muestra las distintas etapas de una búsqueda constante, y espero revele la aparición de estéticas diversas en la obra de un autor.” Al recorrer las 493 páginas del libro -y sus links- se hace evidente la pluralidad de estéticas que Cano ha explorado a lo largo de su trayectoria, pero al mismo tiempo emergen algunas constantes de su poética.

Por ejemplo, la referencia al mundo familiar es uno de los ejes temáticos que podemos encontrar presente en diversos textos. Más aun, el autor afirma que “cuando escribo, siento mi pasado. No lo controlo, aparece como una pantalla (…) El pasado es una escena y al escribirla vuelve a ponerse en movimiento –el movimiento es condición de los textos dramáticos.” (20) En relación a este punto, además de los textos que se incluyen en el libro, actualmente está en cartel la obra El invernadero que trabaja los vínculos entre un hijo, su madre y su padre, de la cual hemos escrito una reseña en www.revistasiamesa.com


El estilo de escritura, aunque con evidentes mutaciones, también es una marca distintiva de este autor. La poesía articula su lenguaje, por eso, cada frase nos lleva a explorar las múltiples connotaciones, potenciando a veces una emotividad que escapa a la lógica del discurso. En ese sentido, no es casual que una de las dos secciones principales que componen el libro se llame “Poesía de teatro”. 

Con todo, se trata de un libro que vale la pena recorrer, en su materialidad y en su virtualidad, no sólo porque es un objeto estético con valor autónomo en sí mismo, sino también porque tiene su correlato en la escena teatral porteña que sigue reponiendo sus obras.



Luis Cano, Escuela de Marionetas, Libro Disociado Editores: Buenos Aires, 2012